28 de Junio Día del orgullo LGBT
El pasado 28 de Junio se celebraba el día Internacional del Orgullo Gay. En la mayoría de ciudades de Europa, se celebraron actos conmemorativos que defienden y recuerdan la lucha ante la desigualdad del colectivo LGBT. Sin embargo, en las grandes capitales, como Madrid o Londres, la gran celebración a nivel estatal ha sido pospuesta hasta este próximo sábado día 7 de Julio, al parecer, para que no coincida con las manifestaciones locales de la semana anterior.
¿Qué se conmemora el día del orgullo gay? El día del orgullo se celebra tradicionalmente el 28 de junio ya que esa fue la fecha en 1969 en la que se produjeron los disturbios de Stonewall en Nueva York, los cuales se consideran el punto de inicio del movimiento por la lucha de los derechos de este colectivo.
Pero ¿qué significado tiene hoy la celebración del día del orgullo gay? ¿es necesario?
No son una, ni dos, las personas que se hacen esta pregunta. «¿Qué quieren? Son iguales ante la ley, ya se pueden casar, lo único que buscan es dar el cante y tener un día de fiesta.» Y por desgracia la respuesta a este comentario, aunque la mayoría intuimos hacía dónde puede orientarse, no es tan sencilla de dar.
Este vídeo lo compartí a finales de 2016 en Facebook, pero me sigue pareciendo extremadamente significativo.
Los días dedicados a la lucha por causas sociales son extremadamente necesarios. A lo largo del año tenemos otras fechas señaladas en el calendario como el día de la mujer o el día del trabajador, sin embargo, muchas de estas ocasiones no son vistas por la amplia mayoría con el significado que originariamente tienen y esto, sin duda, hace que nos acojamos a ellas de una manera totalmente distinta y que el impacto que tienen no sea a veces el que se desearía. En mi opinión esto es una cuestión cultural, os voy a explicar un poco cómo ha cambiado mi visión desde que empecé a trabajar como profesora de secundaria en Inglaterra.
El primer choque cultural que yo tuve con respecto a esto fue cuando descubrí que en los colegios públicos enseñaban a los niños lo que aquí llaman «British values» (valores británicos). Cuando yo vi esto por primera vez he de decir que mi ego incluso se sintió un poco ofendido ya que al ver los valores incluídos en esta declaración pensé «estos valores no son British, sino que forman parte de la carta de derechos humanos, ¿qué se creen, que los demás no los defendemos?» La defensa de los «British values también está incluída en el código de standards de los profesores. Sin embargo, con el tiempo me he dado cuenta, que el definir estos valores de esta manero, no hace otra cosa que impulsar el sentido de inclusión de la comunidad. Hace que todos aquellas personas que no tienen backgrounds británicos, se sientan unidas bajo la misma reivindicación de igualdad. Nunca nadie ha insinuado que esos valores no se tengan fuera de Inglaterra, solo se insinúa que si quieres considerarte uno más, debes aceptarlos.
En el cole donde he tenido la suerte de trabajar durante los dos últimos años se celebra cualquier tipo de diversidad como aquello que nos enriquece y a la vez nos hace únicos. Cada mes, se conmemoran distintas causas para que a ninguno, ni a alumnos ni a profesores, se nos olvide lo importante que es ser conscientes de cómo a lo largo de la historia la desigualdad ha existido ocasionando mucho sufrimiento, incluso genocidios. Y creo sin duda, que estos recordatorios son los que nos ayudan a mantenernos alerta para no caer de nuevo en los errores del pasado. En el colegio de celebran, por poner algunos ejemplos «Black history month», «International women’s day», «LGBT month», «Holocaust month», «Gipsy traveller week», «Mental Health awareness week» entre otros. ¿Y por qué cuento esto? Cuando yo por primera vez me enfrenté a esto tuve un pensamiento esquivo, lo tengo que admitir, «que ganas de remover el pasado», pero claro, no lo entendía y es por eso que lo quiero compartir hoy aquí. Rememorar los grandes patinazos de la historia es imprescindible para no olvidarnos de que en primer lugar, en muchas de estas causas, la batalla no está ganada y, en segundo lugar, de la importancia que tiene no tropezar dos veces en la misma piedra.
Sí que es verdad que este colegio es un lugar único en el que la conversación sobre diversidad sexual se escucha a diario, donde cualquier comentario homófobo supone una expulsión inmediata, el único colegio de inglaterra que posee el premio Stonewall, donde este cartel se ve en la mayoría de las clases.
¿Pero sigue existiendo discriminación?
- Porque siguen existiendo 72 países en el mundo donde es ilegal ser homosexual.
- Muchos más son aquellos en los que el matrimonio entre dos personas del mismo sexo no está reconocido.
- Las parejas homosexuales tienen muchos más problemas a la hora de adoptar.
- Las operaciones de cambio de sexo no están cubiertas por la seguridad social dependiendo en qué comunidades autónomas.
- Sigue existiendo una brecha salarial entre el colectivo LGBT y el colectivo heterosexual.
- Siguen existiendo crímenes por xenofobia.
- La discriminación hacia el colectivo sigue siendo hoy en día causa de problemas relacionados con la salud mental e incluso de suicidio.
Y un largo etcétera. Podéis mirar este mapa en donde se ve de forma muy gráfica los derechos o la privación de estos en los diferentes países del mundo. Como véis demasiado porcentaje del mata está aún en colores cálidos 🙁
¿Y cuál es la crítica?
Bueno, si alguno de los que ahora me leéis habéis ido a alguna de las grandes celebraciones del día del orgullo en grandes ciudades sabréis que la cuestión ha pasado a ser bastante controvertida y criticada. El caso es que esta crítica ya no viene de las voces más conservadoras que antaño se oponían a la inclusión de este colectivo. Sino que provienen incluso desde dentro. El año pasado, 2017, Madrid fue elegida como sede para la celebración mundial del orgullo y sin duda, la capital española es la que alberga el desfile más multitudinario de europa. Esto ha provocado que en cierta medida, esa intención reivindicativa se pierda y quede desvanecida en medio de la emoción de la celebración. Y en mi opinión esto no tiene que ver con si perteneces o no al colectivo LGBT o no. Hoy en día son muchas las personas que sin pertenecer a este grupo se unen a las celebraciones. Y esto, en mi opinión, a priori es algo positivo. El problema está en cuando se nos olvidan los porqués, seas del grupo que seas. Hablando con una de mis amigas, ella me comentaba como cada año ve menos ese lado reivindicativo que dio origen a todo esto. Me ha parecido muy interesante la sección de críticas que se puede leer en el artículo de la wikipedia sobre el día internacional del orgullo gay, donde comentan como la Plataforma Orgullo Crítico Madrid hacía la siguiente declaración en referencia a la celebración del año pasado:
Frente al Orgullo Mundial —o World Pride Incorporated, como nos gusta llamarlo— y su «viva la vida», este 2017 no dejamos de juntarnos, para estar más fuertes que nunca. Porque el 28J sigue siendo un día de denuncia, reivindicación y lucha de todas aquellas disidencias de género, sexuales, afectivas y relacionales, seguimos trabajando por un orgullo inclusivo, no mercantilizado, ni mercantilizable, ni consumible. Gritamos para denunciar la utilización capitalista y heteropatriarcal de nuestras disidencias, y cuestionamos un modelo como el de Chueca, donde el dinero y el ocio se venden como referentes de nuestra liberación.
Y esto es algo que no quería dejar de mencionar, aunque sea de forma breve, porque me enfada bastante. La mercantilización de las causas sociales. Pasa también con el feminismo, pero con la reivindicación LGBT me enfada algo más. En cuántas series de televisión vemos parejas homosexuales de lesbianas (ay, qué progres son! hasta nos muestran escenas sexuales), ahora pensad ¿en cuántas ocasiones habéis visto en el mismo contexto a una pareja de dos hombres?
Además de lo mencionado, sigue habiendo otros motivos para asistir a este evento y junto con ellos otras críticas. Y es que durante este festejo el año pasado en Madrid, muchas quejas se originaron debido tanto al excesivo consumo de alcohol y droga en lugares públicos, como prácticas sexuales en la calle, como acoso sexual a viandantes. Y claro, podríamos preguntarnos ¿en qué lugar deja esta imagen a aquellos que van a la celebración del orgullo con la intención de luchar por su inclusión social y en contra de la discriminación? No obstante, os voy a lanzar el otro lado de la moneda, que mi amiga me ayudó a ver aunque ella tampoco defendía el todo-vale, me dijo algo así como «tenemos que entender que hay personas que vienen a esta celebración desde lugares donde no pueden expresarse con libertad y este ambiente les hace desinhibirse hasta el punto de querer darlo todo». Bien es cierto, que el hecho de que una persona viva en su día a día sometida a algún tipo de represión puede llevarle a que cuando se libere pueda querer llevarlo al extremo. Puede ser entendible, aunque desde mi punto de vista, determinados comportamientos no son justificables y creo que perjudican al colectivo y a la causa. (Al igual que puedo estar en contra de la violencia en cualquier tipo de manifestación).
En resumen…
Creo que es algo muy positivo que en la mayoría de ciudades se hayan realizado manifestaciones y actos conmemorativos el propio día 28 de Junio en los que se ha mantenido de una forma mucho más explícita la esencia de la reivindicación. Desde mi punto de vista, los grandes desfiles del día del orgullo siguen siendo necesarios, de hecho no solo creo que se deban celebrar por necesidad, sino que también apoyo su lado lúdico. Sin embargo, creo que todos deberíamos hacer una tarea de reflexión y no olvidarnos de a qué vamos, formemos parte del colectivo LGBT o no. Y es que no solo critico a aquellos a los que la fiesta «se les va de las manos» también me gustaría dar un empujoncito a los mirones que van a ver los desfiles como el que va al cine, o a los que solo les interesa la fiesta y se meten al desfile como si fuese el de el pregón de las fiestas de su localidad. Si tienes una opinión haz que cuente, hay gente ahí que necesita tu voz.
Por último, un mensaje para todos, gays, trans, lesbianas, bis, heteros… que el orgullo por ser como somos y por que los demás lo sean, llegue más allá de los límites de ningún desfile o ninguna celebración. No te resignes, confía en ti mismo y lucha por lo que eres y lo que quieres. Es cierto que para muchas personas las circunstancias no son fáciles, circunstancias tenemos todos, ya lo decía Ortega, pero sólo tú puedes decir cómo te enfrentas a ellas.
Como os digo siempre: vive tu vida tomando decisiones, porque si no la vida tomará las decisiones por ti.
¡Un abrazo enorme! Nos vemos en el desfile 🙂