*artículo inspirado en en el capítulo 7 del libro Mindfulness in eight weeks de Michael Chaskalson.
Normalmente creemos que somos conscientes de cómo nos sentimos, pero por desgracia esto no siempre es cierto. Es mucho más común de lo esperado estar estresado sin saberlo. Cuando nos decimos a nosotros mismos cosas como «Mi vida es una mierda» en realidad es el estrés quien habla. Frases como estas no suelen ser una fiel descripción de nuestra vida sino que corresponden a cómo vemos las cosas desde la perspectiva del estrés.
Cuando entiendes esto, es mucho más fácil ver la utilidad que tiene reconocer el estrés como estrés. La próxima vez no te costará tanto pensar «Vale esto es estrés, no es mi vida entera; solo soy yo, estresado». Y la ventaja enorme que tiene esto es que cuando reconocemos lo que nos pasa y tenemos estrategias para ponerle solución, darle la vuelta a la tortilla se convierte en una tarea mucho más llevadera.
Para esto lo primero que tenemos que hacer es ser capaces de identificar nuestros indicadores de estrés personales. Pueden ser patrones de comportamiento, síntomas físicos… Para mí por ejemplo, un gran indicador es sensación de tirantez en el cuello y la garganta, o dolor de cabeza debido a respiración superficial. Aquí te dejo algunos otros ejemplos:
- irritabilidad
- darse atracones
- problemas de sueño
- procrastinación
- tener sensación de compulsividad constante
- dolores de estómago
- agarrotamiento
- sentimiento de ir con prisa siempre
- no querer estar con gente
Y muchos más.
Para facilitarte el proceso hoy te traigo UN REGALO. He creado esta hoja de ruta para tí en PDF >>> Indicadores de estrés y Plan de acción. Descarga aquí >>> Lo importante es que ahora te tomes unos minutos para pensar en los tuyos. Este ejercicio es un proceso, no lo olvides. Intenta escribir aquellos indicadores de los que eres más consciente, pero la próxima vez que te sientas estresado intenta descifrar si hay algún otro indicador del que no eras consciente hasta ahora.
Ahora, es importante darse cuenta de que cuando estás estresado tu vida no se detiene. Sigues haceindo cosas, algunas de estas serán favorables a aliviar ese estrés, pero otras sin embargo jugarán en tu contra. Es aquí donde la estrategia empieza. Date cuenta de que si eres capaz de identificar aquellas acciones que no ayudan a que la sensación de estrés mejore y las sustituyes por acciones que facilitan el que te sientas mejor, todo apunta a que la situación mejorará, ¿no crees?
Por esto, es hora de identificar cuáles son las acciones que normalmente llevas a cabo cuando te sientes estresado, no pienses de momento si son beneficiosas o no. Simplemente piensa en todas ellas.
Con tu hoja de ejercicios delante, ahora haz una lista de aquellas rutinas que consideras que son perjudiciales. Aquí van algunos ejemplos:
- continuar trabajando más si cabe
- dormir poco
- sentirme culpable por no hacer ejercicio
- comer demasiado
- no comer suficiente
- abusar del café, el alcohol o los analgésicos
- ver cualquier programa basura en la tele
- atiborrarte a chocolate
- vivir en desorden
Lo genial de tenerlas identificadas es que siendo conscientes de ellas es mucho más fácil que no caigamos la próxima vez que nos veamos en esta situación. Ahora es el momento de rellenar la tercera parte de tu hoja de ruta: haz una lista con aquellas que te resultan de beneficiosas para controlar y disminuir los niveles de estrés. De nuevo aquí te dejo algunos ejemplos:
- escuchar música que te guste y mejore tu humor
- hacer algo de ejercicio
- salir a la calle o ir al campo
- cambiar la telebasura por una peli interesante
- comer un poco de chocolate
- darte una ducha calentita
- llamar a un amigo
- ordenar la casa
Ahora el plan de acción está al alcance de tu manos. Si aún no tienes el PDF >>> Indicadores de estrés y Plan de acción. Descargalo aquí >>> Cuando te sientas estresado, cuando veas aproximarse a tus indicadores de estrés, respira durante unos segundos, y toma una acción que conscientemente sabes que te ayudará y será beneficiosa. Muchas veces el simple hecho de salir a la calle y respirar aire fresco ayuda 😉
Espero que la entrada de esta semana te haya resultado útil. Cuéntame si alguna de las cosas que aparece en los ejemplos concuerda con las que se aplican a ti. Es curioso ver cómo al fin y al cabo nos parecemos más de lo que pensamos.
¡Un abrazo! Nos leemos 🙂
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