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8M 2019 ¿Hay una manera correcta de vivirlo?

8M 2019 ¿Hay una manera correcta de vivirlo?

Quiero compartir con vosotros las sensaciones que he tenido este año al rededor de la celebración del día de la mujer. Quiero enseñar cómo las cosas no son blancas o negras, cómo siempre digo, no solo hay escalas de grises, sino en ocasiones todos los colores del arcoiris. Porque creo que la montaña rusa de sensaciones que tuve, daría casi para una tesis doctoral, y seguro que a alguno os resulta interesante leerme así tal cual, sin nigún tapujo ni miedo a que me juzguéis #feelfree.

 

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Este paseo comenzó unos días antes del viernes. Me di cuenta de que tras haber cambiado varios planes de trabajo para poder unirme a la huelga, había olvidado cambiar una sesión que tenía con una clienta. La verdad que el plantearme qué hacer en esta situación me creo un dilema moral: no quería quedar mal con mi ella, pero a la vez sentía que trabajar ese día iba en contra de mis valores y mostraba una cierta incoherencia. Finalmente este tema se resolvió ya que para ambas ciertas cosas cambiaron al rededor de nuestra cita y nos pusimos de acuerdo para pasarla al sábado. Todo salió bien, pero tengo que confesaros que si no hubiese sido así, ninguna de las opciones me hubiesen dejado totalmente satisfecha.   Otra cosa que paso, una de mis mejores amigas aquí en Londres, celebraba su cumpleaños el viernes y nos había citado en un pub a tomar algo ¿Qué hago? ¿y la huelga de consumo? El cumpleaños se canceló porque mi amiga tenía gripe. Ahí os lo dejo, ¿qué hubierais hecho vosotros? Recordad que la huelga era de trabajo, consumo y cuidado. Si la invitación no se hubiese cancelado probablemente hubiese acudido, ya que mi amiga es importante para mí, pero hubiese tratado de no consumir.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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El jueves por la noche, antes de acostarme, estuve mirando cuáles eran las convocatorias oficiales de manifestaciones en Londres y me sentí bastante triste cuando vi que no había convocada una manifestación oficial. Había actos, conferencias, talleres, muchos de ellos organizados por marcas, algunos incluso con entradas muy caras (la marca de tecnología apple había organizado charlas por el día de la mujer en sus enormes tiendas del centro de Londres… #pinkwash). Así que me resigné a que mi 8M fuese un día de huelga casero siguiendo por internet todo el movimiento que se estaba generando en España, un país del que me sentí verdaderamente orgullosa el pasado viernes. Me emocioné cuando vi que aunque aquí las manifestaciones brillaban por su ausencia, en España, el jueves por la noche había convocadas casi 1500 protestas a lo largo del todo el territorio español. Mil gracias compañeras por ser también la voz de las que no pudimos estar.

 

El propio viernes, una de las primeras cosas que me pasaron por la mañana es que cuando escribí en un grupo de whatsapp «feliz día a todas las mujeres del grupo» alguien me contestó «gracias por el cariño, pero feliz día a los hombres también que también les queremos»… WTF!? A lo cual respondí «ya pero el día de la madre no felicitamos a los papás» y la respuesta fue «bueno, pues a partir de ahora lo haremos». Os prometo que ese día me había levantado super motivada, deseando ver en las noticias el buen rollo de todos a una y esto me dio una patada de realidad en el estómago. Sentí mucha rabia, porque el fondo de este comentario es la creencia de que el día de la mujer es discriminatorio para los hombres. Y pasé de nuevo de la rabia a la motivación de sentir que por comentarios como estos es que este día y su creciente fuerza son tan necesarios.

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Por la noche, os prometo que cada foto de las manifestaciones que me llegaba, cada vídeo, cada Story en Instagram me llenaba de emoción. Sentía esa unión de grupo, grupo del que me siento parte, ya que aunque mi cuerpo no estaba allí, os aseguro que mi mente y mi corazón sí lo estaban. Me alegró mucho y me hizo sentir paz al ver a tantos hombres en las manifestaciones, hombres que quisieron ir y que sienten feministas y a los que nadie agrede, porque poco a poco vamos entendiendo que esto es una lucha de todos. Al día siguiente me emocionó muchísimo la historia de la hermana de una amigo, para la que sus compañeros de trabajo hombres hicieron una colecta recaudado el dinero necesario para que ella no perdiese su sueldo del día por hacer huelga. Se lo dejaron encima de su escritorio, me pareció un detalle super chulo. Como véis un montón de altibajos, un montón de sensaciones, pero mi conclusión es que así es cómo tiene que ser. Porque por desgracia esto no es un día de fiesta, ojalá algún día lo sea; de momento sigue siendo una reivindicación de que sigue existiendo un machismo implícito, medio oculto, que va dejando sesgos por todos los lados. Sé que hay muchas personas que opinan que no es cierto, que ya no existe, y cuando las medidas insuficientes o con vacíos legales hacen que los derechos de las mujeres perjudiquen a otros en vez de culpar a una ley mal diseñada o a su aplicación, culpan a la mujer que hace uso de su derecho.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Una cosa que no me gusta nada es que causas sociales como el feminismo se politicen. No me gusta que se identifique el feminismo con la izquierda, con el socialismo, no porque no vea los vínculos ideológicos, sino porque para mucha gente esa es la excusa perfecta para posicionarse a favor o en contra del feminismo como si esto fuese unido con el partido al que den su voto. Creo que a pesar de que la mitad de la población de un país tenga una ideología de corte liberal y la otra mitad de corte socialista, se debería aspirar a que el 100% de la sociedad defendiese la igualdad que se defiendo con el feminismo. Sin embargo, cuando escuche el discurso de Pablo Casado hablando de porqué el PP no iba a acudir a las manifestaciones y el grupo de mujeres que estaban de pie detrás de él asintiendo con movimientos de cabeza, os juro que sentí arcadas. Y me hubiese dado igual quién hubiese dado ese discurso, qué partido o qué persona, os lo prometo. Eso sí, os aseguro, que la fuerza que ha tenido este año el movimiento feminista en España, ha venido megapropulsada por el crecimiento de la rancia derecha de VOX, el PP y sus amigos, que amenazan con quitar a las mujeres muchos de los derechos y conquistas alcanzadas durante las últimas décadas, como la derogación de la ley del aborto, o la violencia de género. Solo espero que a nadie se le deshinche el fuelle cuando que haya que votar dentro de apenas un mes y medio. Ningún sentido tendría para mí que las personas que gritaron el viernes por el feminismo, diesen sus votos a estos partidos.

Este año he querido el lado más personal de cómo he vivido yo el 8 de marzo. Si queréis leer algo un poquito más informativo acerca de lo que es al feminismo os dejo este artículo que escribí hace meses titulado «Entendiendo el feminismo». Además podéis escuchar el episodio de mi podcast «¿Se puede ser feminista sin saberlo?» que tiene el triple de escuchas que cualqquier otro episodio.

Espero que os haya gustado el artículo de esta semana. Me encantará saber vuestras opiniones y también cuáles fueron vuestros sentimientos alrededor del 8M.

¡Un abrazo y nos leemos!

P.d: Si te han gustado las ilustraciones que decoran esta entrada, son parte de la inmensa serie creada por ilustradoras españolas para la ocasión. Todas ellas están colgadas en Instagram, pero he encontrado este artículo en Verne que comparte una buena parte de ellas.

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Libros escritos por mujeres para 2019

Libros escritos por mujeres para 2019

Hoy es el día en el que todo parece que vuelve a la normalidad. Llevamos ya una semana en 2019, pero todos sabemos, que al menos en España, parece que no entramos de lleno en el año hasta que no pasa el 6 de Enero. Así que si esa es vuestra situación, igual que la mía, bienvenidos, aquí estamos todos a una 🙂

La entrada que os traigo hoy es bastante relajada, para ir abriendo boca. Como sabréis si leisteis mis objetivos para 2019, tengo en mente intentar leer más y hacer un esfuerzo consciente en leer libros escritos por mujeres. En esa lista puse 12, uno por mes. Para mí es un gran reto ya que desde que salí de la universidad, no he tenido un hábito lector tan voraz como solía tener, además de que por trabajo leo muchas partes de manuales y libros que no pueden considerarse lecturas completas.

A este propósito se une el hecho de que por fin me he decido a hacer un gran envío de libros desde la casa de mis padres en Valladolid, a mi casa en Londres. Auqnue generalmente no soy una persona que dé demasiado valor a las cosas materiales en general, mis libros, sí son algo muy importante para mí, ya que considero que han tenido y tienen un papel muy importante en quién soy y en cómo veo el mundo. Entre ellos, como te imaginarás, hay un montón de libros de filosofía que me gustaría revisar, y auqnue me da mucha rabia que sea así, es un hecho que no muchos de ellos fueron escritos por mujeres. Es por esto, que aunque pensé ampliar la lista de los 12 libros escritos por mujeres a alguno más, he decidido dejarlos en 12 para poder si acaso ser más flexible con el resto.

Bueno, pues sin más dilación, aquí os dejo mi lista de elegidos:

  • 1. El futuro es femenino. Varias autoras. Este libro llevo queriéndolo desde que se publicó el año pasado. He tenido la suerte de que ha sido uno de mis regalos de Reyes. Es una recopilación de cuentos y relatos ilustrados por las mejores ilustradoras españolas del momento como son Agustina Guerrero, María Hesse, Naranjalidad, etc. Viene en camino en mis cajas, y me muero de ganas de tenerlo entre mis manos.  
  • 2. Orgullo y prejuicio. Jane Austen. Llevo ya un tiempo queriendo leer algunos de los clásicos de la literatura inglesa. He elegido este porque lo tengo en la estantería de pendientes desde hace tiempo. También tengo ganas de leer algo más de las hermanas Bronte.
  • 3. El cuento de la criada. Margaret Atwood. Ya sabéis que tengo muchas ganas de leer esta obra desde que descubrí la serie, que si no habéis visto os recomiendo mucho. Tanto me gustó que os hice una reseña hace ya tiempo, os la dejo aquí.
  • 4. El talento de Mr. Ripley. Patricia Highsmith. Esta novela está considerada como una de las 100 mejores novelas de misterio de todos los tiempos. En esta lista he querido incluir un poquito de todo y esta me parece un gran ejemplar para este género.
  • 5. Harry Potter y la piedra filosofal. J. K. Rowling. Llevo muchos años queriendo alguna de las novelas de HP. Ahora que además vivo en Inglaterra, quiero saber si este hype va o no conmigo 😛
  • 6. Vegetarianos conciencia. Lucía Martínez. Este libro lo tengo desde el año pasado, pero en su momento lo tuve que abandonar a la mitad. Tengo intención de acabarlo y leer también la segunda parte que se ha publicado hace poco: 7. Vegetarianos concienciados.
  • 8.Entrevista con el vampiro. Anne Rice. Otro libro que tengo a medias, pendiente de terminar. Lo tuve que dejar el año pasado por empezar una formación en la que tuve que hacer otras lecturas. Me estaba encantando y no pienso dejar pasar 2019 sin terminarlo.
  • 9. Simplemente consciente: una guía zerowaste para salvar el mundo. Ally Vispo. Supongo que todos conocéis a Ally, de Ally Viamalama. Es una gran divulgadora de sostenibilidad, #zerowaste o #residuocero y veganismo. Os recomiendo mucho su contenido gratuito, ya que es de gran calidad. No obstante, tengo muchas ganas de hacerme con su libro, que es una guía para minimizar el impacto energético en el mundo.
  • 10. Un feminismo del 99%. Varias autoras. Un «feminismo del 99%» fue la fórmula acuñada por un grupo de activistas e intelectuales norteamericanas para superar el feminismo de la igualdad e incluir cuestiones de género, clase, raza y orientación sexual. En este título en español vemos como el movimiento feminista ha crecido en España en el último año y cuáles son sus problemas y controversias actuales. Ha sido reconocido por el grupo estadounidense y el prólogo está escrito por una de las activistas americanas. 
  • 11. El clan del oso cavernario. Jean Marie Auel. Esta novela es la primera de la saga Los hijos de la tierra. El planteamiento me ha resultado muy curioso y aunque la temática no me llamaba demasiado la atención a priori (está ambientada en la prehistoria), el éxito que tuvo me hace querer darle una oportunidad.
  • 12. Qué hacer cuando en la pantalla aparece THE END. Paula Bonet. Libro de microrelatos, escrito e ilustrado por Paula Bonet. Este ya está en mi estantería. También me gustaría mucho conseguir y leer Roedores, su última publicación que además tiene una gran historia detrás. Os recomiendo mucho que sigáis el trabajo de Paula porque es una bomba.

Bueno, pues esta es mi lista. No es una lista inmutable, ya que hace mucho tiempo que decidí que si tras empezar un libro este no me gustaba demasiado lo dejaría a medias sin que me temblase el pulso. Hay demasiados libros en el mundo como para perder el tiempo forzándote a leer algo que no te gusta. Además, varios de estos libros son la primera parte de una saga, así que a lo mejor si me vicio mucho querré leer alguna continuación en lugar de algún otro de los títulos.

Además de estos títulos, vienen en mis cajas tres de los libros ilustrados por Esther Gili, sin duda mi ilustradora favorita, de mi colección: Palabras de Sirena, Olivia y las plumas y El lenguaje de las Olas. Los otros dos los tengo aquí y también los tengo a medias, Encantadas y El Legado de Catherine Elliot, escrito por Gemma Camblor. Me encantaría leerlos todos también este año, pero estos no los he contado porque al ser libros ilustrados y/o tenerlos empezados, me parecía hacer trampa.

Como véis hay un poquito de todo. Novela realista, ficción, divulgación y libros ilustrados. Entre ellos espero poder también leer mucha filosofía para siempre poder haceros llegar mis opiniones y reflexiones asentadas en bases fiables.

Espero que esta entrada os haya gustado, entretenido e inspirado. Para mí planear mis lecturas con anterioridad forma parte del plan de acción para que la lectura no se quede en un propósito. En cada uno de los títulos os he dejado los enlaces de los libros en Amazon. La mayoría de ellos también están en versión electrónica para Kindle. Espero que os sea útil.

¡Un abrazo fuerte!

Nos leemos la semana que viene.

P.d: Si aún no me sigues en Instagram @marina.de.luna, te animo a que lo hagas. Allí me podrás ver a diario en Stories, donde tengo intención de hacer directos a menudo hablando sobre el contenido que publico por aquí y en el podcast. ¡La mejor manera para estar en contacto directo!

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Una de Ética… Sobre el Arte y la Moral, el Humor y la Libertad de expresión

Una de Ética… Sobre el Arte y la Moral, el Humor y la Libertad de expresión

El humor, se considera un tipo de arte. Históricamente se han diferenciado tres tipos de creaciones humorísticas: la comedia, la sátira y la ironía; todas ellas se caracterizan por provocar la risa en el ser humano, que por otra parte es el único animal capaz de reírse. Hoy no me voy a parar a explicaros porqué el humor provoca risa, o cuáles son sus mecanismos. Hoy quiero hablar de si podemos juzgar moralmente al humor, o al arte, si este es o no censurable.

¿Puede juzgarse el arte desde un punto de vista moral? Pues veréis, desde el punto de vista de la ética (filosofía acerca de la moral) y de la estética (filosofía del arte) la cosa no es sencilla. Os voy a hacer un brevísimo resumen, I promise (Si quieres saltarte el parrafazo filosófico esquiva la cursiva): Como podéis imaginaros la Filosofía a lo largo de la historia ha dado como fruto muchas teorías a este respecto. Algunos filósofos como Platón defendían que el arte (él hablaba sobretodo de la Tragedia griega) era moralmente reprobable porque exponía al público a comportamientos moralmente perniciosos. Otros, desde los clásicos como Aristóteles, o Quintiliano, hasta modernistas y renacentistas, pasando por Marx, defendieron el valor didáctico del arte. Sin embargo, en la época de la ilustración, con Kant y su Crítica del juicio, comenzó a hablarse del arte como algo que tenía un valor en sí mismo y no como un medio, es decir, que no debía considerarse al arte al servicio de otro fin como pudiese ser la educación del hombre. Hegel también suscribió este punto de vista, remarcando que el arte no debe tener la función de promover la moralidad en el sentido de hacer buena a la gente mala, ya que si este fuese su objetivo, el arte no sería valioso por sí mismo, sino un medio para un fin. Mucho que ver en esta postura, sin duda alguna, tuvieron las contribuciones de Nietzsche en su obra El origen de la tragedia, con su ensalzamiento del vitalismo y de lo dionisíaco, frente a al mesura y el afán de coartar el alma del hombre de lo apolíneo.

Para no meterme en muchos tecnicismos explicando qué dicen a día de hoy los filósofos dedicados a la estética, os resumiré que a grandes rasgos se está de acuerdo en que el valor estético de una obra en ningún caso debe de verse afectado por la moralidad de la misma, siempre y cuando esta no sobrepase la ética de mínimos (básicamente, no viole los derechos fundamentales, como lo sería defender un homicidio por su valor artístico). Por si queréis profundizar en esto, os enlazo aquí este magnífico artículo de mi profesor de estética de la universidad, Sixto Castro, Etica y estética: una relación ineludible.

Sin embargo, no debemos olvidar que aquí estamos hablando del juicio sobre el valor artístico. Pongamos algunos ejemplos: no podemos decir que una novela no sea una obra de arte ejemplar porque en ella se trate el tema de la pederastia (Lolita, de Nabokov), o que los chistes machistas, de gitanos, o sobre Marta del Castillo, sean malos chistes en lo que refiere a su valor a la hora de provocar risa. Sin embargo, esto no quiere decir que éstos, puedan ser juzgados o rechazados por su controversia moral, sean buenos o no como obra literaria o como chiste en sí mismos.

Hace un mes aproximadamente, leía en las noticias que el ayuntamiento de una ciudad española había prohibido actuar a una banda de rap en las fiestas de la ciudad debido a que sus letras contenían mensajes machistas. Después leí que el Ayuntamiento de Valladolid, se había negado a prohibir la actuación de ningún grupo movido por la censura a sus letras.

Yo soy mujer, feminista, y nunca podré apoyar que se prohíba a un grupo de música dar un concierto, digan lo que digan sus letras. De igual modo que no son censurables el rock o el punk monárquicos o hay grupos de ska abiertamente pro-terroristas. La mayoría del reggaeton es machista, igual que muchas películas y muchos chistes. Pero la solución ante la manifestación oral de una persona, nunca jamás puede ser la prohibición, porque sería muy fácil que lo que está bien para unos, para otros sea distinto, y que los que hoy piden prohibiciones tratando de defender los derechos de colectivos, o buscando la justicia, acaben siendo silenciados por una prohibición que ellos mismos reclamaron.

¿Cómo luchamos contra esto, entonces? Es bien sencillo, la respuesta es y siempre será el rechazo social. Y es que si ante un chiste machista, dejamos de reírnos, el que lo cuenta dudo que se quede con ganas de más. Un grupo de música ante un auditorio vacío hará más efecto que cualquier prohibición, porque encima la censura, exacerba el sentimiento contrario, ya que por todos es sabido que la libertad de expresión es un derecho que la sociedad ganó con sangre, sudor y lágrimas.

Recientemente, se ha convertido en trendingtopic el hastag #ofendidito Se ha creado a raíz de que al monologuista Rober Bodegas se le amenazase por hacer chistes de gitanos durante su show. Chistes, que para mi gusto, que soy paya, eran bastante ofensivos. Aquí podéis leer la noticia, y debajo podéis ver el fragmento del monólogo.

En este caso, otro cómico, Manu Sanchez, se posicionó en la polémica en contra del humor racista. El hastag #ofendidito se lanza irónicamente contra aquellos que se ponen dignos o se hacen los ofendidos frente a lo que «solo» es humor (podéis leer más sobre esto en este enlace, en el que podéis ver el vídeo parodia de Full Pantomima al respecto).

 

Y es que, como decíamos al principio, el hecho de que como humor sea bueno, pues cumpla a las mil maravillas su capacidad de hacer reír, no quiere decir que no pueda ser juzgado moralmente o que nadie tenga derecho a ofenderse.

He querido exponer aquí toda esta teoría para ahora dar mi punto de vista personal. Seguro que estamos de acuerdo en que las opiniones informadas tienen más fundamento (así que me encantará leer la vuestra también). Hay chistes sobre raza que no son racistas, pero un chiste racista creo que debe ser condenado socialmente. Para mí racista no es algo que evidencia las diferencias de raza, racista es la discriminación u odio a una raza. Por ejemplo, (si alguno habéis vivido en Reino Unido sabréis que no miento cuando digo esto), en Londres decir que a todos los indios les gusta el curry, o a los negros el pollo frito, se considera racista, y son comentarios censurados socialmente. Yo estoy totalmente en contra de esto, simplemente porque no son comentarios denigrantes en ningún momento, son simplemente generalizaciones, igual que yo no considero que se esté siendo racista si me dicen que a todos los españoles nos gusta la paella o las sevillanas. Sin embargo, si alguien me dice que los gitanos lo único a lo que saben dedicarse es a vender droga, o que las mujeres que se visten de x manera van pidiendo que las violen, sí lo consideraré racista o machista. Y si escucho un chiste sobre ello, me ofenderé.

Probablemente ahora, todos entendamos un poco mejor porque hay chistes que pueden resultarnos ofensivos y que a la vez nos provoquen risa, ya que como hemos explicado, los juicios sobre su valor artístico y moral, son independientes. Sin embargo, cuando la transgresión moral de la broma es demasiado fuerte u ofensiva, es bastante probable que el valor artístico de la misma quede totalmente anulado, ya que provocará un sentimiento de repulsión demasiado fuerte en el espectador. Así, yo creo que cuando un chiste bastante ofensivo sobre gitanos hace gracia, es porque ese racismo al espectador aún no le provoca el suficiente malestar como para que la risa quede anulada.

Por todo lo dicho, me gustaría acabar este artículo, resumiendo lo dicho con las siguientes conclusiones:

  • Nunca pidáis la prohibición de que alguien se exprese con libertad, cuando se prohíbe algo así, es imposible saber si siempre se llevará a cabo bajo el mismo rasero.
  • Si os sentís incómodos con algún chiste, manifestadlo y exponed vuestros motivos, siempre que la persona que está delante los merezca o quiera escucharlos (si no es así tendréis derecho a mirar hacia otro lado con superioridad moral, al menos por saber mantener una conversación civilizada).
  • Si algo os hace gracia, reíros, porque reírse es muy sano y alarga la vida 🙂

Espero vuestros comentarios y opiniones.¡Pasad una semana estupenda!

¡Nos leemos!

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Una de series: The handmaid’s tale (El cuento de la criada)

Una de series: The handmaid’s tale (El cuento de la criada)

Hoy hablamos sobre una de las series que más me ha gustado/impactado en lo que va de año. Su título en la traducción al español es El cuento de la criada y no, lo siento mucho, pero no está en Netflix, pero se encuentra online muy fácilmente (no pongáis excusas que luego todos vemos JdT :P).

 

Esta serie, basada en la novela homónima de Margaret Atwood (1985), trata sobre un futuro distópico en el que bajo un régimen autoritario en Estados Unidos, en el que las mujeres fértiles son poco más que una propiedad del Estado sirviendo a este para dar a luz a las nuevas generaciones. La obra literaria ha tenido varias ediciones aunque en España no llegó a tener el mismo éxito que en otros países donde se considero un libro de culto. La adaptación cinematográfica de la obra se llevó a cabo en 1990 por Volker Schlöndorff, aunque pasó sin pena ni gloria.

 

Ilustración de las hermanas Balbusso

 

El cuento de la criada, es una historia con una fuerza increíble que, desde mi punto de vista, tiene una clara inspiración en el concepto de Gran Hermano desarrollado en la novela 1984 de George Orwell, la cual os recomiendo si no habéis leído. Investigando un poco sobre el tema me topé con un blog en el que su autora ha escrito una entrada magistral explicando el contexto de la autora y las influencias que tuvo a la hora de escribir la historia. Si os interesa el tema, distopías, ciencia ficción de corte político-social, os recomiendo pasaros a leer el artículo El rojo es más fácil de ver si te da por huir de Bárbara Ayuso, ya que es super interesante y está lleno de referencias.

La interpretación de los actores es impecable, especialmente brillante el de la protagonista Elisabeth Moss, en el papel de Offred.

La temática principal de la serie nos lleva a reflexionar cómo los seres humanos podrían llegar a reaccionar cuando se ven expuestos a condiciones extremas. Si no recuerdo mal el detonante de la situación que cuenta la historia es el deterioro del planeta y en consecuencia la salud de los seres humanos, cosa que cómo sabemos no es tan ficcional como puede parecer. Se mezclan reminiscencias de las peores atrocidades cometidas por la humanidad como la disgregación social, los regímenes autoritarios o la anulación de derechos de las mujeres. Sin duda un excelente entretenimiento si nos gustan las series con «enjundia». He de hacer la advertencia de que no es una serie para todos los públicos o para ver en familia; es dura de ver, pero la estética es magistral y el argumento engancha desde el primer episodio.

Por último, por si compartis mi amor por la literatura ilustrada, quería contaros que las hermanas Balbusso han creado siete ilustraciones preciosas para la edición de la novela que ha sacado la editorial The folio society; la mala noticia es que de momento creo que solo puede encontrarse en inglés. Pero por si queréis echar un vistazo aquí os dejo un enlace al blog Yorukobu, donde podéis ver El cuento de la criada en ilustraciones, con todas las imágenes. No tiene desperdicio.

Animaros a comentarme si habéis visto esta serie ya o si os vais a animar a verla. La segunda temporada está a puntito de caramelo 🙂

¡Un abrazo!

Entendiendo el feminismo

Entendiendo el feminismo

Sin ninguna duda este año estamos la lucha contra la discriminación a la mujer está más avivada que nunca. La verdad es que no sé si esto tiene que ver con que este año fue declarado el año de la mujer o porque por desgracia estamos viviendo sucesos que nos evidencian lo necesaria que es esta lucha.

A pesar de que todos conocemos de dónde viene, o vino, la necesidad de estas reivindicaciones, a día de hoy veo y escucho muchas dudas y también noto muchas contradicciones en la forma en que la gente se acerca al tema. Por eso me ha parecido interesante hacer un repaso a la historia y los conceptos fundamentales que rodean el feminismo. ¿Vamos a ver si así aclaramos alguna duda!

Entre la gente de a pie hay dos posturas fundamentales muy simplistas:

1- Soy feminista y creo que todos debemos luchar por los derechos de la mujer ya que que a lo largo de la historia estas han sufrido una gran discriminación que se ha perpetuado hasta la actualidad.

2- No soy feminista (antifeminista), ya que las feministas luchan solo por los derechos de las mujeres con lo cual es imposible que busquen la igualdad ya que la propia corriente es partidista. Además, ya existe la igualdad de derechos por lo tanto no es cierto que esa desigualdad exista en la actualidad.

Sin embargo, el feminismo es un movimiento ideológico mucho más complejo. Voy a intentar explicarlo brevemente, simplificando mucho, para que así podamos saber de qué estamos hablando. Aunque en la actualidad existen dos vertientes muy diferenciadas, el Feminismo Liberal y el Feminismo Radical o Socialista, antes de llegar a este punto conviene hacer un recorrido histórico ya que se pueden diferenciar diferentes etapas que claramente marcan las diferencias entre los conceptos que manejamos en la actualidad.

  • La primera ola del feminismo surge con la ilustración y se fundamenta en el racionalismo. En esta etapa se reivindica la igualdad de pensamiento entre hombre y mujeres y el derecho de las mujeres en la educación. Esta etapa se extiende hasta mediados del siglo XIX.
  • La segunda ola del feminismo comienza a mediados del siglo XIX y se extiende hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, los años 50. Esta segunda etapa es conocida como la ola sufragista y se caracteriza por la reivindicación de los derechos positivos de las mujeres, como el derecho al trabajo y al voto, reclamando la independencia de las mujeres de sus maridos.
  • La tercera ola del feminismo, también denominada contemporánea, se puede decir que comienza en los años 60. Algunas teorías dicen que continúa en la actualidad mientras que otras dicen que terminó en los años 80. Esta tercera ola defiende la premisa de que la discriminación de la mujer no acaba con la igualdad de derechos plasmada por las leyes, el derecho positivo, sino que considera que hay un sistema patriarcal arraigado en el imaginario socio cultural que preserva la desigualdad. Por ello la lucha de esta tercera ola se centra en el intento de acabar con las desigualdades sociales que prevalecen a pesar de la igualdad «en papel» como la brecha salarial, la ausencia de mujeres en altos cargos políticos y/o empresariales o temas de salud femenina ya que para este movimiento lo «personal es político».

Muy a grandes rasgos este es el recorrido histórico. En la actualidad hay muchísimas ramificaciones dentro del feminismo. No podemos olvidar que todos los reclamos de la lucha de género provienen de este tronco común. Pero dejando a éstos un poco al margen, podríamos decir que a día de hoy diferenciamos dos corrientes fundamentales la Liberal y la Radical o Socialista. Antes de seguir leyendo por favor, desprendeos de prejuicios políticos antes de posicionaros en un lado o en otro. He leído un montón de gente hablando del uno o del otro como si fuesen el demonio sin realmente tratar de entender el otro punto de vista (porque admitamoslo discutir por discutir a veces nos gusta). Aquí voy a intentar exponer ambos puntos de vista desde sus premisas racionales, que ambos las tienen. Como siempre digo, si todo fuese tan fácil como el punto de vista que defiendes, no habría tanta gente inteligente en el otro bando. ¡Sigamos!

Feminismo liberal: Todos los seres humanos, incluidas las mujeres, son libres de expresar su sexualidad como les venga en gana. Somos dueñas de nuestro cuerpo, de enseñarlo o no, incluso de «cosificarlo» o no, porque es nuestro. El feminismo liberal defiende, por ejemplo, la legalización de la prostitución, alegando que eso mejoraría las condiciones laborales de las prostitutas. El feminismo liberal defiende la pornografía alegando el derecho de la mujer a disfrutar de esa forma de sexualidad y de ponerse a sí misma y a su cuerpo en esa situación. El feminismo liberal está en contra de las leyes de paridad, considerando que las mujeres no necesitan que se legisle en su favor ya que pueden llegar a la igualdad por sus propios medios.Desde este punto de vista, por ejemplo, cabe la conciliación entre feminismo y religión, a pesar de que algunas religiones perpetúen prácticas que son en esencia machistas, como el velo islámico o la práctica de la ablación (aunque esta sea ilegal en la mayor parte de los países del mundo, especialmente occidental).

“Cuando la gente trata de ‘liberarte’ restringiendo tu derecho a llevar lo que te dé la gana” Extraído de https://dontneedfeminism.deviantart.com/art/Muslim-Girl-Meme-Hijab-548199793

El feminismo radical o socialista: Lo primero es aclarar que el adjetivo radical no equivale a «extremo» sino que su etimología viene de cómo esta corriente pretende atacar a la «raíz» del problema. Esta corriente reconoce que es imprescindible cambiar el paradigma social y que es imprescindible asumir la problemática para poder acabar con ella. No basta con que la legislación nos proporcione una igualdad de derechos, tenemos que asegurarnos de que esa igualdad se garantiza ya que debido a esa estructura patriarcal subyacente, la igualdad no queda garantizada si esperamos a que suceda de manera orgánica. El feminismo radical aboga por la abolición de la prostitución y está en contra de la pornografía mainstream (no incluida la pornografía independiente), ya que considera que estas practicas ayudan a perpetuar roles degradantes para la mujer. El feminismo radical está a favor de las leyes de paridad, ya que considera que sin ellas, por mucho que la ley nos garantice la igualdad de derechos, las mujeres siguen teniendo más dificultades a la hora de acceder a determinados puestos de trabajo. El feminismo socialista defiende que existe desigualdad machista evidenciada por datos en referencia a violencia de género, violaciones o acoso sexual laboral. Desde el feminismo socialista se lucha por la estandarización de los derechos humanos de forma que se debería tender a la eliminación de cualquier práctica que vaya en contra de los derechos de la mujer incluyendo las prácticas religiosas (velo islámico).

Y ¿qué es una feminazi? Feminazi es un término que se acuñó para hacer burla a las mujeres que desde la postura feminista defendían el derecho al aborto (haciendo una correlación subyacente aborto-holocausto… WTF!). Con el tiempo el término ha evolucionado y a día de hoy se utiliza para acusar a las corrientes feministas que tienden hacia el hembrismo, la prevalencia de la mujer por encima del hombre.

Y después de todo esto… ¿cuál es mi opinión?

En primer lugar, antes de decir si estoy a favor o en contra de un modelo u otro, creo que es importante comenzar por la obviedad. Sí me considero feminista. Creo que a día de hoy siguen existiendo mujeres (también hombres) que dicen que no son feminstas, por mera falta de información. Toda persona que defienda la igualdad (no biológica, por favor, vamos a dejar ese argumento simplista y estúpido a un lado, que ya no tenemos 5 años) entre hombres y mujeres, es por definición feminista. Si consideras que los hombres están por encima defiendes el movimiento machista; si defiendes que es la mujer la que está por encima, defiendes el movimiento hembrista. Para todo lo demás… FEMINISMO es la palabra. Lo siento si a alguien le escuece la boca al decirlo, pero es muy necesario dejar la terminología clara y hacer un uso preciso de ella.

Una vez aclarado esto, como habréis visto los posicionamientos no son tan fáciles. A mí nunca me ha parecido tan sencillo posicionarme claramente en esta dicotomía del liberalimo/socialimo (tanto en la esfera social, como en la económica). Teóricamente lo tengo muy claro pero creo que el problema está en lo que creemos importante defender para la esfera pública y lo que queremos para la esfera privada. A todos nos gusta que ciertos criterios estén regulados, que haya prohibiciones y leyes reguladoras que garanticen nuestra seguridad, derechos y calidad de vida sin embargo, no nos gusta que nadie se meta en lo que hacemos en nuestra vida privada. Y esto es un poco lo que se pretende con el liberalismo intervencionista y cómo se intenta llegar a el equilibrio, a pesar de que como sabemos, a día de hoy el liberalimo/capitalismo prevalece.

En cuanto a qué feminismo escoger… Yo siempre había pensado que estaba a favor de la legalización de la prostitución (sobre todo porque hace 10 años estaba muy de moda el pensamiento social liberal), sin embargo, es importante apuntar que el problema está en que siempre que exista la prostitución como concepto existirá la trata y el proxenetismo. Los resultados son que en países como Alemania donde se ha llevado a cabo un proceso de regulación los precios han bajado, las condiciones han empeorado y la trata ha aumentado. Las feministas que defienden el abolicionismo abogan por un sistema que penaliza la demanda del servicio, no a quien lo ejerce. La aplicación de esto se ha materializado en el modelo nórdico con, al parecer, bastantes buenos resultados. (Si os interesa este tema os dejo este post super completo con un montón de fuentes y estudios, de Ayme Roman, Sobre el abolicionismo y el modelo Nórdico).

“El feminismo no está para decirte lo que tienes que hacer. No es prescriptivo ni dogmático. Para lo que estamos aquí es para darte la opción de elegir.” (Photo by Dave J Hogan/Getty Images)

Con el tiempo iréis conociendo un poco mi postura general acerca del mundo, que desde el punto de vista teórico poco tiene de liberal. La moral evoluciona y es un asunto de vital importancia. No se pueden dejar que el cumplimiento de los derechos humanos quede guiado por una mano invisible que deja a todo el mundo hacer lo que quiera esperando a una regulación intrínseca del universo. Por lo tanto, sí creo que son necesarias las leyes de paridad. Sí creo que una mujer tiene derecho a mostrarse y hacer uso de su vida sexual como le venga en gana, pero a la vez creo que no es de mucha ayuda que desde esa libertad perpetuemos modelos de sumisión y de objetivización, ¡aunque tengamos derecho a ello!

El tema del velo islámico me ha traído muchos quebraderos de cabeza. Cuando me licencié en filosofía salí de la universidad con una idea muy clara; tras estudiar antropología, ética, filosofía y feminismo y filosofía política, era una ferviente defensora de los derechos humanos y la ética de mínimos. Sin embargo, me vine a vivir a Londres. Aquí, ves tantos velos como mini faldas. He tenido compañeras de trabajo musulmanas y feministas y tengo la firme convicción de que una sociedad multicultural solo puede vivir en equilibrio desde el liberalismo ético, incluyendo en esa ética al feminismo. ¿Contradicciones? Desde luego, pero lo importante es ser consciente de ellas y saber dónde ir colocando las piezas, supongo.

Sé que no es un tema fácil y que aún queda mucha tela que cortar, pero por hoy lo voy a dejar aquí. Abierta queda la polémica,

¿Qué opináis vosotros?

Fuentes y enlaces de interés:

Las tres olas del movimiento feminista

Olas del feminismo: la lucha de las mujeres por la ciudadanía

Femimismo liberal vs. Radical. Parte 1 (vídeo)

Femimismo liberal vs. Radical. Parte 2 (vídeo)

Abolicionismo y el modelo nórdico

Debate sobre Pornografía y feminismo (vídeo)

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