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¿Qué significa «vivir bien»?

¿Qué significa «vivir bien»?

¿Alguna vez has dicho u oído a alguien decir «Yo lo que quiero es vivir bien»? ¿A qué nos referimos exactamente cuando utilizamos esta expresión?

Sin lugar a dudas todos tenemos una opinión en esto. ¿Qué significa para ti la buena vida? En teoría es algo a lo que todos aspiramos, es la vida que nos gustaría alcanzar, pero… ¿sabemos describirla?

El no saber describirla no sería un problema si no fuese porque es muy difícil llegar a puerto si no sabemos hacia dónde navegamos, «No hay viento favorable para el barco que no sabe adónde va» en palabras de Séneca. Así que parece que tiene sentido el intentar describir qué es «vivir bien» si algún día pretendemos llegar a ello ¿no?

Ahora vamos a hablar de algunas teorías que se han dado tanto en el mundo clásico como en la modernidad, para tratar de describir La buena vida.

El hedonismo. La vida buena es la vida feliz.

Esta corriente aboga por una definición de buena vida como aquella en la que hay felicidad y ausencia de sufrimiento. Esta corriente fue defendida por Epicuro en la Grecia clásica, pero también en el s XVIII por Jeremy Bentham. Sin embargo hay que aclarar que el hedonismo defiende la felicidad a largo plazo, no como un simple encadenamiento de sensaciones placenteras.

¿Cuáles son los contras a esta corriente? Todos estamos de acuerdo en que la felicidad es algo bueno, pero ¿podríamos decir que es la única cosa buena en la vida? Por ejemplo, si recordamos la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley, una utopía/distopía, en la que al gobierno crea una sociedad en la que hace a todo el mundo feliz mediante una medicación, vemos como el personaje principal está dispuesto a intercambiar su felicidad por libertad o éxito artístico. Esto son algunos ejemplos, como también podrían ser los retos intelectuales y otro tipo de satisfacciones que no tienen porqué responder exactamente a esa sensación de felicidad definida por el Hedonismo.

PERMA. Martin Seligman.

M. Seligman se opone al Hedonismo, defendiendo que existen otras variables a tener en cuenta en la ecuación para definir la buena vida. El usa el acrónimo PERMA para describir su teoría.

P: Emociones positivas. E: Compromiso, participación. R: Relaciones positivas. M: Significado. A: Logro

Sin embargo, el contra que podemos verle a esta teoría sería… ¿Dónde queda aquí la satisfacción con la propia vida o la ausencia de sensaciones negativas? ¿Por qué estos áreas y no otros? Es decir, aceptando la teoría de Seligman estamos haciendo caer nuestros valores o nuestra propia definición de buena vida en un molde que nos iguala a todos.

El bienestar basado en preferencias subjetivas.

Esta es otra de las teorías que se maneja hoy en día acerca de qué es la buena vida. Lo que aquí se defiende es la aceptación de que la buena vida es en parte algo subjetivo. De acuerdo con esto, la buena vida para cada uno consistiría en vivir de acuerdo con sus valores individuales. Esto no significa que no merezca la pena invertir el tiempo en esclarecer cuáles son estos valores para ti. Si pensamos de nuevo en el barcos de Séneca podríamos decir, que no todos los barcos tienen por qué querer llegar al mismo puerto.

El cultivo de la virtud y la sabiduría.

Llegamos a esta cuarta teoría de la mano de Sócrates, Aristóteles y Marco Aurelio. Ya hablamos en una entrada anterior sobre el Estoicismo en la Modernidad, pero resumiendo… ¿de qué nos serviría lo anterior si no tenemos la sabiduría para saber diferenciar lo bueno de lo malo? Ellos nos hablan de la sabiduría práctica, el coraje, el autocontrol y la justicia. Si examinamos teorías como PERMA, nada nos garantiza, por ejemplo, la bondad moral de nuestros actos o decisiones.

Ahora, tras examinar estos cuatro puntos de vista ¿qué es para ti la buena vida? Recuerda que solo haciendo una buena definición de esta podrás poner a tu barco en la dirección adecuada. Como pista te diré que no tienes porqué quedarte con una sola de estas opciones. Como siempre la filosofía nos ayuda a explorar puntos de vista, teorías… lo genial de venir detrás de los que ya lo hicieron es que podemos jugar a quedarnos con lo mejor de cada una.

Cuéntame en los comentarios con qué te quedas tú y cuál sería tu definición de buena vida.

Espero que esta entrada te haya gustado y resultado útil.

¡Un abrazo, nos leemos!

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Tu círculo de influencia

Tu círculo de influencia

Buenos días y feliz entrada en octubre a todos 🙂 Ya ha llegado el otoño, sin duda una de las estaciones más bonitas del año, al menos a mí me gusta mucho.

Hoy en la web vamos a hablar sobre el círculo de influencia y el círculo de preocupación. Si has leído el libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey, sabrás un poco de qué hablo, pero si no, además de recomendarte el libro muy mucho, quédate porque puede que es esto te interese.

Como puedes predecir, tu circulo de influencia es el ámbito de tu vida sobre el que puedes influir.Dentro del círculo de influencia también se ditingue el círculo de control, el ámbito de aquello sobre lo que tenemos control directo (nuestra imagen, nuestro conocimiento, dónde vivimos, qué música escuchamos). Al hablar del círculo de influencia, no nos referimos a que puedas ejercer tu poder para que los acontecimientos sucedan como a ti te convengan o las personas tomen las decisiones que mejor se adapten a tus propósitos de una forma egoísta. Más bien este concepto se refiere a aquellas cosas sobre las que tu actuación pueda tener algún tipo de impacto, sea éste para bien o para mal (con quién te relacionas, tu entorno, las emociones de tus seres queridos, tu mascota…).

Si te sitúas a ti mismo en el centro de tu círculo de influencia, habrá otro círculo concéntrico mayor rodeándolo, que será tu círculo de preocupación. En este se incluyen aquellas cuestiones sobre las que nos preocupamos pero que están fuera de nuestro círculo de influencia, es decir, no podemos hacer nada que las modifique, sin embargo seguimos preocupándonos por ellas.

Covey explica en su libro como al actuar de forma proactiva, es decir con iniciativa y positividad, progresivamente irás aumentando tu círculo de influencia acercando este cada vez más al límite de tu círculo de preocupación ¿En qué te beneficia esto? Pues en que de este modo cada vez será menos el ámbito de cosas que te preocupan y sobre las que no tienes ningún tipo de influencia. Esto debería ayudar bastante a clamar nuestras preocupaciones ya que podremos llevar a cabo acciones que influyan en los resultado de aquello que nos provoca los quebraderos de cabeza.

Sin embargo, si actuamos de manera reactiva, la consecuencia será totalmente opuesta: el límite exterior de nuestro círculo de preocupación permanecerá intacto, sin embargo nuestro círculo de influencia cada vez será menos, de modo que el área de cosas que nos preocupan y sobre las que no tenemos ninguna influencia crecerá, mermando así nuestras posibilidades.

Un ejemplo bastante ilustrativo que utiliza Covey en su libro es el siguiente: si alguien en su trabajo se comporta de forma proactiva, hace cosas que considera necesarias sin que se le pidan o aporta ideas, probablemente su superior comience a interesarse por la visión de este empleado. Puede pasar del inicio donde los límites de su trabajo eran muy delimitados, a que su jefe comience a preguntarle por su punto de vista y tenga en cuenta su opinión. Este sería un buen ejemplo de cómo el ser proactivo puede ayudarte a aumentar tu círculo de influencia.

Como ya os expliqué la semana pasada, hoy da comienzo la Semana Estoica de 2018. Hablábamos de como el Estoicismo trata de enseñarlos la importancia de no preocuparse en exceso por aquello que no podemos cambiar, por eso me ha parecido que la teoría de los círculos de influencia complementaba de forma genial la dosis de estoicismo de esta semana.

Y es que desde mi punto de vista, aunque no podamos negar la importancia de aumentar nuestro círculo de influencia para así tener más poder de modificar aquello que nos preocupa, es importante no obviar el impacto que puede tener en nuestro bienestar el tratar de reducir el área de nuestro círculo de preocupación. Y con esto no me refiero a volvernos unos pasotas y no dejar que nada nos afecte (a pesar de que la mayoría de nosotros no podríamos hacer esto aunque quisiéramos) sino de ser conscientes de hasta qué punto a veces nos preocupan en exceso cuestiones cuya modificación está completamente fuera de nuestro alcance.

 

Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia.

 

 

Seguro que ya habíais oído o leído esta cita en alguna ocasión. Esta es la cita original que se encontró en la inscripción que se puede ver en la imagen. Con o sin el componente religioso, lo cierto es que es una gran reflexión.

Nada más por hoy. Solo recordaros que hoy comienza la Semana Estoica, por si alguno os queréis apuntar y seguir el evento, aún estáis a tiempo. Espero que la reflexión de hoy os ayude a tomar consciencia de en qué y en qué no podemos influir y cómo podemos cambiar esos círculos de influencia.

¡Nos leemos!

El estoicismo en la modernidad. Semana Estoica 2018.

El estoicismo en la modernidad. Semana Estoica 2018.

Si ahora mismo alguien te pregunta ¿qué significa para ti «ser estoico»? ¿Tendrías una clara respuesta?

Probablemente tras pensar 30 segundos te vendrían a la cabeza frases como «¡qué estoico es fulanito, aguanta carros y carretas!» o «aguantar estoicamente»… Y es que normalmente asociamos el estoicismo con la paciencia, la resignación o la represión de las emociones.

Sin embargo, las ideas de los estoicos que nos llegan de los filósofos clásicos de Grecia y Roma, distan bastante de esta concepción popular de que el estoico es aquel que reprime sus emociones de forma extrema hasta el punto de considerarse algo perjudicial. De hecho, el estoicismo hoy en día se está retomando como teoría desde la que multitud de terapeutas están extrayendo herramientas muy útiles para la mejora del manejo de las emociones.

¿En qué se basa el Estoicismo?

Hoy en día solo se conservan alrededor de un 1% de los textos que fueron escritos sobre esta temática por los clásicos, que provienen de la escuela socrática. Los principales textos nos llegan de la mano de Séneca, Epicteto y Marco Aurelio. Las ideas centrales del estoicismo se podrían dividir en tres categorías fundamentales:

  • La virtud: Para los estoicos la virtud es lo único con verdadero valor (no pensar en la virtud de herencia judeo-cristiana, sino en la filosófica). Las virtudes principales para los estoicos eran:
    • Sabiduría, especialmente la sabiduría práctica que nos ayuda a elegir. La virtud más importante.
    • Justicia, acompañada de amabilidad, o sabiduría en nuestras relaciones sociales.
    • Coraje, para vencer nuestros miedos
    • Moderación, para manejar nuestros deseos.
  • Las emociones. Como decíamos el estoico no reprime sus emociones. El estoicismo consiste en ser consciente de qué es lo que verdaderamente importa y qué depende de nosotros y no caer en emociones irracionales a las que nos lleva el dar importancia a cosas que no la tienen o que no podemos cambiar.
  • La Naturaleza y la comunidad Humana. La filosofía estoica sostiene como doctrina fundamental de su filosofía el vivir en consonancia con la Naturaleza; con esto se refieren a nuestra naturaleza propia e innata, a la naturaleza de la sociedad, cultivando las relaciones con los demás y a la naturaleza relacionada con el medio ambiente y el universo que nos rodea.

¿Cómo puede el estoicismo ayudarnos hoy?

Pues veréis, la enseñanza más valiosa que el estoicismo puede darnos hoy es la de aprender a aceptar las cosas como son, especialmente aquellas que no dependen de nosotros. Muchas veces nos martirizamos porque algo que no esperábamos o que creemos que no nos convienen los hechos que suceden. Sin embargo, por un lado el frustrarnos y enfadarnos con el mundo no va a solucionar nada y por otro, los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor poco tienen que ver o no con nuestras conveniencias.

Si estás en la cocina, abres el frigorífico y plaf, se te caen 4 huevos al suelo… Tienes dos opciones, ponerte como una furia y maldecir mil improperios pensando en el asco que te dará recogerlos, o pensar, «Bueno, qué le voy a hacer» y recogerlos tranquilamente pensando que si te enfadas por ello no vas a solucionar nada, sino más bien lo empeorarás. Este obviamente, es un ejemplo muy de andar por casa, pero lo que me interesa es que lo entendáis. ¿Cuál es la consecuencia de cómo decidas tomártelo? Bueno, el estado de ánimo en el que te encuentres como consecuencia será totalmente distinto. Si aplicamos este ejemplo a la multitud de cosas que nos pasan en un día, acabaremos sumando momentos y encontrándonos frente a una vida tranquila o llena un de estrés y frustración, que creemos inevitables. Pero ¿hasta que punto somos conscientes de que tenemos esta capacidad de elección?

«La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos»

No podemos dejar que nuestra felicidad dependa de nada externo a nosotros. Ni tan siquiera de otra persona. Y esto no es fortaleza, ni si quiera yo diría que es independencia. Desde el punto de vista estoico es más una cuestión de RESPONSABILIDAD. Cuando dejamos nuestras emociones a la deriva del destino, o de eventos externos, estamos obviando nuestra responsabilidad para hacer que nuestra vida tenga o deje de tener lo que nosotros queremos, es decir, que nuestras decisiones importen. Obviamente, cuando planeamos una excursión no podemos decidir que haga sol y no llueva, pero si llueve, si podemos decidir la actitud que tomamos frente a ese hecho que nos contraría y si dejamos o no que nos arruine los planes.

El estoicismo busca encontrar la virtud que le haga distinguir el bien del mal. El respeto a la naturaleza, a nosotros mismos como seres humanos y al resto de seres humanos como parte de un mismo todo.

La semana internacional Estoica ¿cómo puedo poner a prueba mi estoicismo?

Llevaba mucho tiempo queriendo compartir esto con vosotros pero he querido esperar a hoy, ya que el próximo lunes día 1 de Octubre da comienzo la Semana Estoica Internacional. ¿En qué consiste? Se trata de una iniciativa promovida por Modern Stoicism, una agrupación de filósofos y académicos, psicólogos profesionales y terapeutas cognitivos formada en 2012, para ayudar en la aplicación de los conceptos Estoicos para la superación de los restos a los que nos enfrentamos en la vida moderna. Puedes encontrar más sobre el tema en su web, Modern Stoicism.

Para participar en la semana estoica, que es totalmente gratuita, solo tienes que apuntarte desde la web, y te dan acceso automático a la plataforma on-line donde están todos los materiales (lo siento, pero creo que de momento está solo en inglés. Si veo que interesa y tengo tiempo igual el año que viene me anima a traducirlo). Hay un cuadernillo de ejercicios con explicaciones y audios con meditaciones guiadas muy interesantes. La temática de este año es Vivir de forma feliz -Living Happily.

Yo ya hice la semana estoica del año pasado con uno de mis profesores de Psicología Positiva, que también es uno de los conferenciantes del Stoicon (congreso multidisplinar internacional sobre Estoicismo, que este año se ha celebrado en Londres este pasado fin de semana. Este año estoy emocionada de poder hacerlo con el programa oficial al mismo tiempo que otras miles de personas más por todo el mundo. Iré compartiendo mi experiencia por las redes sociales (probablemente por Instagram Stories, que es bastante directo, donde más).

Aquí os dejo la web donde están también los materiales de otros años para descargar de forma gratuita.¡Un regalazo!

Espero que os haya resultado interesante esta temática de hoy y que haya tocado un poquito de nuevo a vuestro filósofo interior.

¡Nos leemos!

 

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