Cambio Profesional ¿Requiere demasiado esfuerzo?
Cambiar de carrera no es una decisión que se tome de la noche a la mañana. Requiere un plan, pero sobre todo, requiere cabeza, energía y algo de estrategia para no quedarte exhausto por el camino. Lo que más nos suele agobiar es pensar que no tenemos tiempo ni fuerzas para lanzarnos a algo nuevo. Pero, ¿y si el secreto no fuera hacer más, sino hacer mejor?
En este post te cuento cómo hacer un Cambio profesional sin caer en el sobreesfuerzo.
Si en vez de leer, prefieres ver el contenido en vídeo, lo tienes aquí:
Si prefieres al formato Podcast, dale al play aquí abajo:
El tiempo y la energía son recursos limitados
Myfriend, si sientes que no tienes ni un minuto más libre en tu día o que la energía te llega solo para mantenerte a flote, la clave no es hacer más, sino reorganizar tus prioridades. Todos tenemos el mismo número de horas en el día, pero no todos usamos ese tiempo de la misma forma.
Piensa en esto: ¿cuántas cosas haces cada día que no te aportan absolutamente nada?
A veces estamos tan metidos en la rueda que ni nos damos cuenta de que hay actividades que simplemente no nos llevan a ningún lado. Si estás en modo “supervivencia”, lo primero que tienes que hacer es identificar qué puedes dejar ir. Porque si sigues añadiendo cosas nuevas sin soltar lo viejo, lo único que vas a conseguir es sentirte cada vez más agotado/a.
Cuando de verdad organizas tus prioridades, empiezas a ver que sí hay espacio para trabajar en tu cambio de carrera. Lo difícil no es encontrar tiempo, lo difícil es decidir a qué le dices “no” para decirle “sí” a lo que de verdad importa.
Miedo a acabar exhausta/o.
Otro de los grandes miedos en todo esto es el famoso “y si me agoto más de lo que ya estoy”. Si ya estás cansado/a con tu día a día, añadir un cambio profesional puede sonar como la receta perfecta para el colapso. Pero aquí te voy a decir algo que no falla: no se trata de hacer más, se trata de hacer menos pero mucho más enfocado.
Lo que realmente agota no es el trabajo en sí, sino esa sensación de estar haciendo mil cosas y no saber si sirven para algo. ¿Te suena? El truco está en trabajar de manera más estratégica. En vez de meterle horas sin parar, se trata de saber exactamente a dónde va tu esfuerzo. Así es como evitas el burnout y logras avanzar sin sentir que te dejas la piel en el proceso.
La importancia de saber lo que quieres.
Amigui, aquí es donde viene la parte crucial. Si no sabes exactamente lo que quieres conseguir con tu cambio de carrera, es normal que acabes dando palos de ciego. Y lo peor es que eso desgasta mucho más rápido.
Tómate un rato para sentarte contigo misma y pensar: ¿qué es lo que realmente quiero? No lo que otros te dicen que deberías querer, sino lo que a ti te mueve de verdad.
Cuando lo tienes claro, todo lo demás empieza a alinearse, puedes planificar tus pasos, trabajar con foco aunque tengas poco tiempo y las decisiones se vuelven más fáciles.
No tienes miedo al trabajo.
Déjame decirte algo, no le tienes miedo al trabajo. Al trabajo le tienes pillado el truco.
Lo que te da miedo de verdad es no ver resultados, quedarte atascado/a, no saber cómo resolver los problemas que van surgiendo, o sentirte solo/a en este viaje.
Y es que el problema no es la cantidad de horas que vas a invertir, sino la incertidumbre de si todo ese esfuerzo valdrá la pena. A todos nos asusta invertir tiempo, energía y hasta dinero, y sentir que estamos caminando en círculos. Pero este miedo se gestiona mejor cuando tienes claridad en lo que estás haciendo y, sobre todo, cuando cuentas con el apoyo adecuado.
Soluciones.
Si estás leyendo hasta aquí, sé que ya sabes que este cambio lo tienes que hacer, pero lo que tal vez te falta es el “cómo”. Pues aquí van algunas ideas para que te pongas manos a la obra sin volverte loca/o en el proceso.
Mejora tu mentalidad
Primero lo primero: cambia el chip. Si sigues pensando que no puedes, que es muy difícil o que te vas a quedar solo/a en el camino, estás cavando tu propia tumba profesional. El miedo es natural, pero no dejes que te controle. Enfócate en lo que puedes aprender y en cómo te vas a sentir una vez que hayas dado ese salto.
Aprende a tomar decisiones de forma eficiente
La indecisión es el enemigo número uno de cualquier cambio de carrera. No te quedes paralizado/a esperando el momento perfecto, porque ese momento no existe. La mejor decisión que puedes tomar es tomar una decisión. Evalúa, elige y sigue adelante. No hay más misterio.
Invierte en formación
Si ves que te faltan algunas habilidades o conocimientos para hacer ese cambio que quieres, invierte en ti. Una buena formación te da confianza y te coloca un paso más cerca de donde quieres estar. Piensa que cada cosa que aprendes es una herramienta más para tu reinvención profesional.
Déjate acompañar y contrata a mentores
Aquí va una de las partes más importantes, amigui: no tienes que hacerlo todo solo/a. Un mentor o coach te puede ahorrar tiempo, errores y muchos dolores de cabeza. A veces, todo lo que necesitas es alguien que te guíe, que te diga “por aquí” o “ojo con esto”. Un mentor no solo te ayuda con la estrategia, sino que te acompaña en el viaje, y eso, myfriend, no tiene precio.
Si tienes cualquier duda, no lo dudes.
Ponte en contacto conmigo y vemos tu caso sin compromiso.